Falange, Catolicismo y Carnaval

"No sin graves razones suprimió el nuevo Régimen de España las fiestas de Carnaval"- apuntaba un columnista de "La Falange: Diario de la tarde" el 22 de diciembre de 1957, durante las vísperas de las fiestas navideñas. Y como vocero del franquismo que fue este periódico en Las Palmas de Gran Canaria, el autor explica el por qué de esas "graves razones":

"A extremos tan inadmisibles de ordinariez, de extravagancias y de inmoralidad habían llegado, que, dada la trayectoria auténticamente católica, que desde sus comienzos tomó el nuevo Régimen, la supresión decretada era lógica y hasta inexcusable."

El breve artículo continúa con una pregunta: "¿Pero se autorizó, acaso, su traslado y celebración en otros días?" - refiriéndose a que, a pesar de haber sido prohibido desde que el General Franco se hiciera con las riendas de España, se respiraba un aire festivo que quería huír de las sombras.


"Viene a cuentas la anterior pregunta porque el hecho, ciertamente muy lamentable," - recalca - "es que muchos, al no poder celebrar el Carnaval durante aquellos dias que eran tradicionales, por su cuenta los han trasladado y los celebran, en algunas de sus manifestaclones características, durante tres de los días precisamente menos indicados para tales extravagancias y desenfrenos: Navidad, Circuncisión (Año Nuevo) y Reyes."

El fuerte arraigo de la mascarada populachera en Canarias, incluso fuera de las fechas de las desacreditadas carnestolendas, ha hecho muy difícil su erradicación de forma absoluta, incluso habiendo habido individuos bajo pena de arresto por parte de las autoridades.

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